Te mostramos nuestros lugares favoritos para que explores Tarragona como un viajero auténtico. Monumentos, playas, barrios con encanto y rincones que no puedes perderte en tu visita.
Tarragona es una ciudad vibrante, con miles de años de historia y un ambiente mediterráneo que invita a disfrutar cada rincón.
Hemos seleccionado los lugares imprescindibles para una primera visita: monumentos romanos, playas de arena dorada, plazas llenas de vida y paisajes naturales únicos.
Aquí tienes una guía rápida para descubrir la esencia de la ciudad durante tu estancia en nuestro hostel.
Uno de los símbolos más conocidos de Tarragona. Situado junto al mar, este anfiteatro romano conserva su estructura original y ofrece una vista espectacular del Mediterráneo. Un imprescindible para entender la historia de la ciudad.
Antigua sede de las carreras de caballos y carros del siglo I. Gran parte del circo se conserva bajo edificios actuales, pero aún puedes visitar sus galerías internas y sentir el peso de su historia.
Uno de los templos más emblemáticos de la ciudad. Localizada en lo alto del casco histórico, combina estilos románico y gótico. Su claustro y el Museo Diocesano merecen una visita tranquila.
Corazón social de Tarragona. Rodeada de terrazas y restaurantes, es un lugar ideal para cenar, tomar algo y disfrutar del ambiente local, especialmente por la noche.
El paseo principal de la ciudad. Más de 150 años de historia, tiendas modernas, esculturas y un ambiente mediterráneo perfecto para caminar sin prisa.
El mirador por excelencia. Ubicado al final de la Rambla Nova, ofrece una vista panorámica al mar. No olvides “tocar ferro” en la barandilla, tradición que dicen trae buena suerte.
Barrio marinero lleno de personalidad, con restaurantes especializados en pescado fresco. Aquí se respira autenticidad y tradición pesquera.
Texto:
Un edificio modernista lleno de color y vida donde podrás encontrar productos frescos y locales. Ideal para un paseo gastronómico.
Con más de 15 km de costa, Tarragona ofrece playas amplias, calas tranquilas y aguas cristalinas. Arena fina, clima suave y paisajes perfectos para desconectar.
Acueducto romano de las Ferreres, Patrimonio de la Humanidad. Rodeado de naturaleza mediterránea, es ideal para una caminata al aire libre.
